lunes, 11 de abril de 2011

SI FUE PARA TI MI CANTO

¡Hip! mirad si ando encabronado que no sé como empezar, ¡hip! si maldiciendo al azar o con risas, o con llanto. ¿Es el séptimo u octavo Cuba libre de coñac (no sé por donde voy ya) que esta noche me he soplado. ¡Hip! Y, para mayor inquina, desde que entré en este bar no dejó de berrear la voz ronca de Sabina. Dice que les dio la una, ¡hip! ¿que la jodieron los tres? ¡Que matraca! ¿Yo que sé? ¡Hip! lo que cantaba ¿la Tuna? A ver si puedo explicar antes de estar más borracho ¡Hip! La iniquidad que unos labios son capaces de aventar. Tú mentiste en un "te quiero" ¡Hip! (Chicoooo échame otro lingotazooo). Que al conjuro de mis brazos confundiste con el sexo y, una mañana temprano ¡hip! en la moqueta del suelo ¡hip! Entre fingidos anhelos fueron hielo los orgasmos. Si el poema más sincero ¡hip! te lo dediqué pensando que era para tí mi canto un sol tibio de febrero ¿como pudiste, mujer condenarme a este destino ¡hip! De borracheras y vino con un engaño tan cruel? ¡Hip! ¡Hip! Pedro Ortuño. Todos los derechos reservados.

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